La iniciativa para formar el debate sobre la legalización de la droga fue presentada por el Partido de la Revolución Democrática a finales del año pasado ante el Congreso de la Unión a la par de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, bajo la “utópica” propuesta de tener "controles estrictos" para que quienes obtengan permisos para la producción de marihuana sean "gente confiable y honorable, sin antecedentes penales", y que su venta deberá ser realizada solamente en “centros de distribución” autorizados mientras que la venta se realizaría por medio de permisos expedidos por la Secretaría de Salud tras verificar la calidad del producto y que no podrían estar cerca de centros escolares ni tener acceso a publicidad; situación a la que habrá que agregar si se ejercerá un control por medio de las autoridades sobre estos aspectos, considerando además el aumento descontrolado de permisos o cartas a personas para demostrar su “honorabilidad” gracias a la corrupción imperante en las instituciones.
Aduciendo también a la teoría de que con la legalización de la marihuana se promovería la autosuficiencia, que los consumidores ya que podrían plantar hasta cinco plantes de la hierba en su casa, prohibiendo su venta en estos casos, es decir para consumo personal, hablando otra vez de manera “utópica” en cuanto al control para ello, ahora por varias situaciones a considerar en este caso:
Una de ellas es que la marihuana puede ser sembrada en interior de una vivienda lo cual implicaría según -la biblia de la marijuana- contar con el equipamiento y la iluminación necesarios, se obtendría una cantidad de 1.2 kilos de hoja por planta de marihuana, por cinco plantas genera más de 7 kilogramos de la droga; en otra situación, siendo tratada en exterior se pueden dar 500 gramos del enervante por planta, equivalente a 2.5 kilogramos; aparentemente el cultivo de la hierba es ilegal en nuestro país, sin embargo, gracias a una reforma realizada a la Ley General de Salud, en el caso de la marihuana para efectos médicos, se establece que una persona que llevar consigo hasta 5 gramos de la hierba, sin que esto sea motivo para ser arrestado o consignado a las autoridades.
Esta ley también establece que si una persona es arrestada con una cantidad de marihuana mayor a la permitida, y menor a 5 kilos, se le imputará el delito de narcomenudeo, y el caso será llevado en el marco del fuero común. Si la persona es detenida con más de 5 kilos, se considera narcotráfico, y el caso se remite al Ministerio Público Federal.
Recientemente, en Estados Unidos se aprobó el uso variado de la marihuana en Washington y Colorado, situación que de ninguna manera combate la introducción ilegal del enervante a territorio norteamericano, incluso en el estado de California se discute desde el año 2010 la posibilidad de legalizar la distribución de manera total de la droga, -ni siquiera en los países bajos impulsores de la legalización se llegó a manejar de esa manera- con la idea de restringir el narcotráfico, disminuir los delitos que se derivan por el elevado precio de los estupefacientes al encontrarse prohibidos y aminorar la corrupción, sin embargo hasta el momento no se ha concretado, esto ya que si bien la regulación del consumo podría generar ingresos al estado; los altos costos que conllevaría por la distribución “autorizada” del estupefaciente, ocasiona que importadores y distribuidores opten por continuar con la introducción ilegal de la droga, por lo que este debate para la posible legalización del enervante no resolvería el problema del narcotráfico para ese estado fronterizo y seguramente tendría un efecto de salud pública con el aumento de adictos.
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